Sígueme el rollo. Por Ignacio Estrada
Niños grandes y Hazme reír las anteriores películas de Adam Sandler no me hicieron pizca de gracia, pero he de reconocer que sin ser una joya, Sígueme el rollo, me ha entretenido más de lo que pensaba, y no sólo por los chistes, sino por las postales de Hawaii, y ese bellezón llamado Brooklyn Decker.

Brooklyn Decker es una modelo de Victoria Secret que debuta en la gran pantalla, e intenta eclipsar con su figura a Jennifer Aniston (Un pequeño cambio), pero lo consigue a medias, pues la entrañable Rachel de Friends sabe como defenderse, atención a la secuencia en la cascada, primero la jovencísima modelo de ropa interior nos deja con la boca abierta para luego dejar paso a guapísima ex mujer de Brad Pitt quien dice: “eeeehhh, que estoy aquí”, y demuestra que a pesar de estar en los cuarenta, tiene un cuerpo de bandera.
La historia está basada en una película de los 70 llamada Flor de cactus, que es a su vez una versión de una obra de teatro francesa y cuenta el enredo que se organiza cuando un mujeriego da con la mujer de su vida y esta piensa que esta en proceso de divorcio y quiere conocer a la futura ex esposa, para lo que este Don Juan decide embarcar a su secretaria y sus hijos en una mentira de proporciones antológicas y en Hawaii. Chistes simpáticos, situaciones graciosas, Nicole Kidman pasada de vueltas y unos niños roba planos son otros ingredientes que animan bastante la función.
Dennis Dugan (Niños grandes), amiguete de Sandler, se dedica a encuadrar las gracietas con muy poca gracia, y mostrarnos, como si de una agencia de viajes se tratara, los rincones más bonitos de Hawaii. El resto de elementos técnicos es más bien sencillo, estamos ante una película para sacar dinero y nada más.
La película está plagada de canciones de Sting o The police, remezcladas con otras de grupos más actuales como Snow Patrol, esta técnica llamada Mash-up le queda muy bien a la película y a pesar de no aportar nada a la narración seguro que vende muchos discos.
En resumen, es muy entretenida, y tiene muchos chistes graciosos de criticando la perfección del cuerpo (el protagonista es cirujano plástico), y a pesar de durar casi 2 horas, no se hace pesada. Muy recomendable para parejas que quieran pasar un buen rato después de un San Valentín sin película que compartir.
Puntuación: 6/10
Estreno en España: 25 de febrero de 2011