Por Invidente pero visible, Mariano Fresnillo. Sigueme en twitter: @ciegovisible
Abordar el tema que os planteo en el título, me parece un asunto para demostrar una vez más que a las personas ciegas y con discapacidad, se les debe de apoyar y ayudar con las técnicas y necesidades especiales que sean, pero a su vez tomándoles como un ciudadano más con sus derechos y obligaciones iguales que el resto.

Todo surge al llevar perro guía, mi otro yo Lillo, y al hacer un reportaje el otro día, unos periodistas me preguntaban si recogía o no las heces de Lillo y de hacerlo, como me apañaba. Les respondí que es una cuestión educacional y no tiene que ver el hecho de ser ciego, porque se aprenden los métodos y maneras para ejecutar tan delicada misión.
Evidentemente siempre llevo bolsas de plástico para poder recoger los excrementos cuando sea, porque Lillo aunque está educado para defecar cuando yo se lo indique con un comando de voz que es: “haz, haz…”, en ocasiones lo hace en otro momento y debes de estar preparado.
Por eso, cuando vas por la calle y notas que empieza a oler rápidamente buscando un sitio para hacer sus necesidades. Una vez encontrado, al ponerse todo el cuerpo en posición triangular, me posiciono perpendicular a él y espero que termine para que una vez retirado del pastel, sólo me resta agacharme con la bolsa de plástico en la mano, recoger las heces (sólo recojo las calentitas y así se que son las mías), y una vez en la palma de la mano agarradas, le das la vuelta a la bolsa y con un nudito, a buscar una papelera.
Quizás sea esto lo más complicado para mí: ¿dónde estará la papelera de marras?, con lo que suelo preguntar para no llevarme el regalito por todo Madrid hasta que me tope con una…Recuerdo una vez que iba a coger el autobús y en la misma parada a Lillo le dio un apretón y nada más recoger el regalito, llegaba en ese instante el bus y yo sin pensarlo me metí en el vehículo con mi “mierda” y todo…
Como podéis comprobar, es una cuestión de educación, pensar en los demás y no ser un guarro. Hace unos años, cuando era alcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón, para limpiar las calles de excrementos quiso que se realizara la prueba del ADN de los restos y así multar al dueño del animal. Esta medida luego no se llevó a cabo seguro por la carestía de la misma pero hubo algo que me molestó cuando se planteó. Se quería dejar impune de esa nueva ley a los usuarios ciegos con perro guía, para que no tuvieran obligatoriedad en la recogida de los restos.
Me indigné por lo que he planteado en líneas atrás: es cuestión de educación y no por el hecho de no ver no la debes recoger. Si se hubiera planteado esta excepción cuando el perro por ejemplo está suelto en un parque que ahí si que es imposible saber si está defecando o no, me parecería oportuno, pero en el resto de casos como ya os he explicado me sentí ofendido por hacerme diferente, cuando en este tema ya veis que soy uno más….,, y aquí la excepción no procede y es necesario que esta exigencia sea ‘para todos’.
Concluimos como siempre, ayudemos cuando sea preciso y no súper protejamos porque si no el discapacitado nunca aprenderá ni se insertará en la sociedad como uno más… Además, como en Madrid hay unos 200 perros guía aproximadamente, no se iría a notar, porque si fueran 20.000 exagerando, la capital sería conocida por la ciudad de las… ‘minas’ y de los ‘olores’.