Por Javier Aguado, ‘Master en Protocolo y Ceremonial’. Sigueme en twitter: @protocoloaguado
Esta es la frase, es el mensaje que condensa una filosofía de vida, un modus vivendi de la juventud que retrata la película ‘Mentiras y gordas’ rodada en 2009 por los directores Alfonso Albacete y David Menkes que fue proyectada en ‘La 2’ de TVE dentro del espacio dirigido por Cayetana Guillén Cuervo, ‘Versión Española’.
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Lo primero que hay que decir es que es un gustazo ver pelis en la tele, sin cortes publicitarios. Como sea un largometraje, intenso, interesante, con un hilo conductor que engancha, aguantas todo habido y por haber…..vosotros y vosotras ya me entendéis.
A pesar de haber pasado ya tres años desde su estreno creo que el contenido de este film está totalmente vigente y, ahora, con la crisis de valores que nos acecha motivada por el agotamiento que tiene la sociedad civil…..ha de hacernos reflexionar sobre los destinos, los objetivos de una parte de la masa joven de este país.
Quizá en algunos de los pasajes se denota una cierta exageración de los excesos, de todo tipo, que los protagonistas procedentes de diferentes condiciones sociales cometen en las calurosas noches de verano costero. A saber, ingesta de pastillas, mezcladas con alcohol, desenfreno sexual si ninguna medida y cautela y un largo etcétera de acciones que, precisamente, no son de película sino que ocurren en todas las ciudades y pueblos de España, cada fin de semana.
Insisto que el trabajo que hacen, tanto lo directores como los actores noveles encabezados por Mario Casas –que, al parecer no puede ir al cine solo porque ha de quitarse de encima a sus fans- es loable porque mete el dedo en la llaga de un problema que está ahí y que está marcando el futuro de nuestros jóvenes, los que no solo han de soportar nuestras pensiones, en un futuro próximo- sino que tienen que sustituirnos, les debemos dar paso…..pero ¿en qué condiciones nos llegan?, ¿A qué precio?
Ojo, no estoy tildando a toda la juventud de que vaya ‘rayada’ pero sí que existe un porcentaje importante y reseñable que está fuera de control o ¿quiere estar siempre fuera de control?
Eso es lo que viene a denunciar esta extraordinaria película de Albacete y Menkes, insisto. Echo en falta, a lo mejor no es ese el objetivo, una aparición fugaz del papel de los padres, de lo que sufren –en silencio- muchos de ellos. Reitero, posiblemente los directores solo buscaban denunciar o exponer lo que está ahí y que muchos no ven o no quieren ver.
Pasando al terreno de la interpretación de los jóvenes actores, sinceramente tenemos una cantera que más de uno así la quisiera. Lástima que muchos se quedan en el camino porque esta profesión de actor tiene mucho glamur, muchos eventos, mucha vida nocturna….pero no deben ser engullidos por el éxito, han de ser humilde y, ante todo, no vender tu alma al diablo de la prensa rosa y de las fiestukis.
Un diez a TVE por apostar por temas sociales. Eso es el secreto de la tele pública, al margen de colores políticos: INFORMAR, FORMAR Y ENTRETENER. Es fácil, ¿no?