Por Juan Pablo Ramírez, Senior PR Strategist en Socialnius. Sigueme en twitter: @juanpablor
Desde el nacimiento del iPhone en 2007, hemos sido testigos de un giro radical en la forma de usar el dispositivo móvil. Vimos cómo, efectivamente, el teléfono dejaba de ser un instrumento meramente de voz para convertirse en un pequeño ordenador que abría un abanico de posibilidades en varios aspectos.
Posteriormente, con el lanzamiento del iPad, esta realidad se confirmó hasta el punto de que en menos de 5 años conceptos tales como el Mmarketing, Mlinmuebles, Mlife, Mwallet, Mpayment y Mbanking -sólo por nombrar algunos- se han convertido en términos utilizados en el día a día de las personas y más aún, en ambientes profesionales y entornos de negocio.
Las cifras que respaldan esta realidad son abrumadoras, por ejemplo, en términos de comercio, encontramos algunos datos tan impactantes como que Amazon alcanzó 1.000 millones (dólares) de ventas a través de dispositivos móviles en el último año (2011) o, qué, la ventas a través de móvil logradas por eBay son de 4 billones en 2011.
Pero no sólo en términos de comercio dichas cifras son impactantes, también existen datos sobre uso de redes sociales que confirman estas tendencias. Sólo por nombrar algunos sabemos que el 40 por ciento de los tweets realizados por los usuarios de Twitter fueron a través de dispositivos móviles y el 16 por ciento de los nuevos usuarios ha sido a través este medio.
La productividad también ha sido testigo de este fenómeno. Las búsquedas en Google por móvil subieron un 130 por ciento en el 3er cuatrimestre del 2010. El 7 por ciento de los usuarios de Smartphone han accedido al email a través del móvil. Las vistas al gmail por la web han descendido un 7 por ciento y a través del móvil han crecido un 36 por ciento.
¿Quién puede negar entonces que esto es una realidad?
Aún existen escépticos sobre este tema debido más a un factor generacional que a una realidad como tal. Muchos CEOs de empresas vivieron en carne propia la burbuja Punto Com (1997 – 2001) por lo cual creen y sienten temor ante este nuevo fenómeno.
Lo cierto de todo es que esta transformación hacia un mundo móvil es una realidad. La situación actual del negocio es más que esperanzadora. Según Emarketer, en los últimos cuatro años la inversión en publicidad móvil en EEUU ha pasado de 416 millones de dólares en 2009 a $1.501 en 2012 y, se estima que para 2014 dicha inversión alcance $2.550, es decir, 6 veces más.
Para no ir más lejos, en España, el crecimiento en el marketing móvil ha sido exponencial alcanzando en 2011 un crecimiento del 67,4 por ciento, aproximadamente 63,3 millones de euros.
Vemos que comparadas las cifras españolas con las estadounidenses hay enormes diferencias. Sin embargo, la clave está en saberlas analizar.
Esta diferencia – unos 1.021 millones de dólares- se puede ver como una oportunidad, es decir, tenemos un margen grandísimo de crecimiento. Más aún ante la evidencia de que España es el país con más Smarthphones en Europa.
Explicado todo esto, el próximo paso será aceptar y evolucionar hacia esta nueva realidad. De lo contrario, desafortunadamente, las empresas –sin importar su tamaño- que no acepten y cambien su modelo de negocio según las demandas del mercado, estarán sentenciadas a desaparecer.
Sólo como reflexión, os dejo esta pregunta: ¿cuántos de los que estáis leyendo este post os acordáis de Blockbuster?