“¿Por qué ya no puedo ver con quién sales, dónde trabajas o qué películas te gustan?
¿Por qué has decidido eliminarme, si sabes que te quiero tanto?”
[youtube 2mrIBiZAXo8&]
Te he borrado porque sé que no me quieres: Te saludo y no respondes, le doy al “Like” para que sepas que me pareces la hostia y no haces nada. Porque siento que no miras mis fotos ni mis vídeos o links compartidos (¡Todo tan bonito!) y quizás ya no recuerdas dónde nos conocimos… porque hablas/sabes más de tu amigo de Italia que siempre te regala árboles para tu maldita granja, que de mí que he estado codo a codo a tu lado celebrando goles o frases cachondas en los status de tu perfil.
Salgo de tu lista porque no sabrías quién soy si de verdad me encontraras en el medio de la calle, me voy porque ya lo suficientemente hipócrita es la realidad como para ponerme a mentir frente a la galería de curiosos desconocidos en el ordenador. Me borro/ te borro porque prefiero mandarle un mensaje a un compi que sí va a tener tiempo para tomarse una caña conmigo, en vez de plantarme a cambio de otra petición de amistad esperando respuesta en tu bandeja de entrada.
Los dos sabemos que yo era un número más para fardar, ¿para qué seguir fingiendo?