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Los fisioterapeutas…¡¡mejor sin son ciegos!!

Por Mariano Fresnillo, Invidente pero visible.

Históricamente siempre se ha resaltado la profesionalidad de las personas ciegas en el mundo de la fisioterapia. Al ser una disciplina evidentemente táctil y la formación recibida de gran reconocimiento, ha elevado la posición de los fisioterapeutas deficientes visuales a lo más alto y continúan manteniendo este status en la actualidad con su sello de calidad y garantía.

Un fisioterapueta ciego ejerciendo su profesión.
Un fisioterapueta ciego ejerciendo su profesión.

En los años 60 en nuestro país, se crea la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE para así buscar otras posibilidades de empleo para las personas ciegas que hasta ese momento se encontraban vendiendo el cupón desde 1939 y también se creaba una escuela de Telefonía y otras alternativas laborales. Como se puede apreciar, la apuesta por la fisioterapia como un buen trabajo para que se ejerciera por personas invidentes fue un acierto, al comprobarse la calidad de los estudiantes que se diplomaban y la buena inserción que se realizaba en la sociedad en el ámbito laboral.

Una fisio ciega ejerciendo.
Una fisio ciega ejerciendo.

Realizando cursos de todo tipo y ejerciendo prácticas profesionales como por ejemplo en el Centro de Parapléjicos de Toledo, los fisioterapeutas ciegos siguen gozando de ese nivel exigible. Además, la Escuela ha tenido también que adaptar toda la maquinaria que existe para esta profesión, por irrumpir la tecnología digital, cuestión que hace inaccesible el manejo de aparatos específicos muy válidos.

Contaré un caso real acaecido con una compañera de mi trabajo que define de maravilla el prestigio de estos profesionales. Ella tenía dolores y problemas repetidos hace tiempo en las cervicales y lumbares, y después de operarla varias veces se dispuso a visitar a su médico habitual para ver si tenía que volver a ingresar en un quirófano o podía recurrir a la fisioterapia para mitigar sus males. El médico ante dicha alternativa le instó: “Si vas a un fisioterapeuta ciego…entonces te dejo que te des unas sesiones pero sino…nada de nada y a operar…”

Este ejemplo demuestra de sobra la importancia que se le da a los fisioterapeutas ciegos y como se han ganado este reconocimiento que yo desde estas líneas también ensalzo y destaco por varias razones.

Una fisio ciega trabajando.
Una fisio ciega trabajando.

Por un lado, conseguir la integración en centros de trabajo ordinarios a través de esta profesión es magnífico y además como muchos de estos centros son hospitales, algunos fisioterapeutas acceden todos los días a sus puestos de trabajo con su perro guía demostrando el buen acceso de estos animalitos adiestrados a centros hospitalarios.

Y lo mejor para terminar, es destacar la “normalidad” de los pacientes cuando llegan a su sesión y descubren que es ciego pero después de la sorpresa inicial, acaban tan encantados que suelen demandar a ese profesional para futuras citas. Un fisio que aunque no les pueda ver la cara, sí que con sus manos consigue gratificar y mejorar su calidad de vida.

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