Por @CiegoVisible, sígueme en Twitter
Estas líneas de hoy, son muy especiales, pues quiero en ellas transmitiros unos grandes deseos para las cercanas fiestas navideñas y además, comunicaros sin tapujos todo lo que he podido descubrir este último mes con mi experiencia con el dolor y el sufrimiento. Ha sido un gran hallazgo.
Debido a tres hernias de disco descubiertas en verano, decidí operarme de las mismas para conseguir así mejor movilidad y calidad de vida. El 31 de octubre se llevaba a cabo dicha intervención de manera satisfactoria, permaneciendo en el hospital unos días por precaución para volver de nuevo a mi domicilio.
Ya de vuelta, con los cuidados de un familiar, mi mujer y amigos que venían a verme, el tiempo de recuperación y espera fue magnífico, combinando la cautela lógica y alegre por el encuentro con personas que acudían para encontrarse conmigo. Así pasó casi este mes, pues ya llegó la autonomía afortunadamente para poder desenvolverme por mi mismo.
Como siempre en estos artículos relaciono con la discapacidad mis vivencias y aconteceres que con este caso concreto lo he visto muy claro.
Esta experiencia pasada y la discapacidad tienen en común la convivencia diaria con el dolor, el sufrimiento, la dependencia y en ocasiones puede llegar el desaliento por no poder con la situación. En muchas ocasiones dudas, te ves débil y no entiendes aspectos que simplemente tienes que convivir con ellos un tiempo para discernir su razón de ser y claro que no es fácil…
Por eso, en estos momentos más débiles es cuando más te fortaleces y encuentras el sentido a muchas cosas y aprecias esa ayuda desinteresada, el hecho de solamente “estar” que vale mucho y hasta llamadas o whatsapp que no esperabas que inundan tu mundo y refleja lo que bien vales para muchos.
Cuando uno toca fondo o vive con crudeza tramos de la vida por la enfermedad o la discapacidad, normalmente suele salir fortalecido de estas situaciones límites, volviendo a ver la vida con otros ojos. En este mundo de perfecciones, poderíos, grandezas, dejarse ayudar, ser pequeño y débil te hace descubrir aspectos que quizás si no, pasarían desapercibidos y sobre todo el cariño, la amistad, la entrega y muchos más valores hacen que entendamos mejor la fuerza de nuestra debilidad siempre apoyándonos en los otros pues solos, quizás no podamos llegar a ningún sitio.
Aprovechemos esta navidad para hacer este descubrimiento y para nacer como niños, al igual que uno nació en un portal de Belén, dando esperanza a muchas personas. Así cada uno con sus características busquemos ser felices en estas navidades que se presentan y durante el venidero 2015.
Os deseo a todos en estos días una feliz navidad y que sigamos compartiendo reflexiones como la de hoy en “invidente pero visible” durante muchos años más para encontrar lo bonito de lo diferente y disfrutar con las capacidades distintas que cada uno tiene.
¡¡Salud y a por todas…!!