Los viajes de Gulliver. Por Ignacio Estrada.
Jack Black (King Kong o Escuela de rock) es uno de esos actores que generalmente odias o amas profundamente, en esta nueva versión del clásico de Johnathan Swift intenta meterse a todo el público en el bolsillo empezando por los más pequeños. ¿Lo consigue? Sí.
Que consiga engatusar al público no significa que nos encontremos frente a una película de arte y ensayo, sino todo lo contrario, el entretenimiento es su principal objetivo. La calidad se basa principalmente en unos efectos especiales que apoyan un 3D bastante normalito, poca profundidad, mucho efecto de feria, y poco más.

La historia es archiconocida, lo único que ahora se ha actualizado y nuestro Gulliver es un don nadie con pocas aspiraciones que para ligar con la guapita de turno, Amanda Peet (Falsas apariencias), se hace pasar por lo que no es y acaba embarcado camino del triángulo de las Bermudas, donde naufragará y acabará en Liliput. Allí pondrá el país patas arriba hasta que… ¿de verdad no conocen como sigue la historia?
El guión viene firmado por varios guionistas, entre ellos desataca Nicholas Stoller, quien este verano dirigió la entretenida Todo sobre mi desmadre y en la actualidad está preparando una nueva aventura para la gran pantalla de Los teleñecos.
En estas aventuras Jack Black estará acompañado por dos estrellas que están bastante bien en sus papeles: el televisivo Jason Segel (Como conocí a vuestra madre) quien encarna a Horacio, un ser encantador y bonachón, y Emily Blunt (El diablo viste de Prada) quien interpreta a una “tonta” princesa que da rienda suelta a una gran sobre actuación donde no hay palabras para describirla.

Momentos como cuando Gulliver convierte el centro de Liliput en su Times Square particular, las versiones que realiza de clásicos de hoy cinematográficos, o la partida de Guitar Hero entretendrán a mayores y pequeños. Pero lo que realmente afirman es que Jack Black es la estrella de la función, y en este film por lo menos se ha comportado y no ha dado rienda suelta a todas sus manías y tics, a pesar de que como siempre también cante.
En resumen, viendo la cartelera estos días, Los viajes de Gulliver es una buena opción para ir con toda la familia. Es corta, los chistes funcionan, y los más peques la aguantarán, ¿Qué más se puede pedir?
Puntuación: 5/10