Por Invidente pero visible, Mariano Fresnillo. Sigueme en twitter: @ciegovisible
Queridos Reyes Magos:
Es una pena majestades, que se esté perdiendo actualmente el placer de escribir y recibir cartas. Acercaba mucho a las personas y daba gusto recibirlas en el buzón, aunque tardaran mucho tiempo. Por eso, me dispongo yo ahora a escribiros una misiva, con la excusa anual de vuestra festividad porque sé que así, lo que os pida podrá llegar y sé que aunque haya podido hacer algo mal en todo el año, no me traeréis carbón sino que las ilusiones de plasmar en realidad tantas promesas incumplidas y que nunca llegan por fin llegarán.

“Invidente pero visible” no os pide sólo para él, también reclama siempre y habla a través de un gran colectivo de personas que, con discapacidad o en su entorno cercano, buscan se les reconozcan muchos requerimientos y sobre todo se les tenga en cuenta y podamos mirar este nuevo año con optimismo a pesar de la crisis y de escollos que aparecerán mes a mes, y que seguro se podrán solventar y progresar hacia adelante con esperanza.
Primeramente os pido que hagáis lo posible para que las personas sepan respetar lo diferente y que disfruten con esa diferencia de cada uno, para enriquecerse mucho más.
En segundo lugar, que las Administraciones públicas sigan planificando la eliminación de barreras de todo tipo para la mejora de todos los ciudadanos en su entorno. Deseemos que cada uno trabaje por un mundo más igualitario y que intente eliminar esas barreras mentales en ocasiones mucho más perjudiciales y dañinas para todo tipo de personas, al no pensar que en la sociedad existen individuos con necesidades especiales y que es justo se les tenga en cuenta.
Seguidamente es preciso pediros que facilitéis la posibilidad de que las personas con discapacidad puedan estar integradas en la sociedad en todos los ámbitos posibles y básicos para cualquier persona como son el trabajo, la cultura, el deporte, el ocio y tiempo libre, etc. Con esta inclusión podremos conseguir gente íntegra y una sociedad más justa para todos.
Para terminar, busquemos normalizar las situaciones para que todos podamos vivir en armonía, con una sociedad plural valorando al máximo las diferencias y evitando las desigualdades, para construir así un mundo para todos.
Espero con anhelo la llegada de Los Reyes con su ilusión que nos hace mucha falta y como mi regalo a ti, que me sigues en este espacio habitualmente, te dedico este cuentecillo:
‘Era una noche de luna llena en una aldea del bosque donde un sabio anciano estaba hablando con un niño de seis años.
El anciano le comentaba apasionadamente al niño el problema que le inquietaba.-Verás hijo siento en mi interior como si tuviera dos lobos peleando continuamente, uno de ellos es agresivo y egoísta el otro es solidario y entusiasta.
El niño le preguntó.-Entonces abuelo ¿Cuál de los dos lobos va a ganar la pelea?. El anciano con un semblante sereno y seguro afirmó.-Aquel a quien yo alimente mejor’.