En estos días comenzó de nuevo el curso escolar como siempre, con alguna novedad sobre todo gracias a la tecnología. Entre ellas, se vende en todos los medios de comunicación la incorporación de las pizarras digitales en las aulas como el reparto de ordenadores portátiles, cuestión que quiero ampliar en estas líneas por lo esencial para personas con discapacidad.
Estos elementos informáticos si se distribuyen adecuadamente adaptados, en el caso de personas ciegas o deficientes visuales con programas de voz u otras aplicaciones según la discapacidad, consiguen que un chaval pueda estudiar con niñas y niños sin minusvalías a su lado al mismo nivel, manejando la información necesaria digitalmente sin tener que realizar el profesor ningún esfuerzo especial.
Esperemos que el laureado reparto de portátiles en las aulas cuente por parte del ministerio de Educación de la capacidad de entregarlos a todos según sus características para el mejor desenvolvimiento en las aulas.
Es preciso saber que en este país el 96% de los alumnos con deficiencia visual están escolarizados en educación integrada. Cuestión que debe de enorgullecernos sin duda pero es necesario seguir insistiendo en aplicar programas de apoyo y formación específica para los profesionales y los recursos necesarios para buscar la normalización de estos niños con necesidades especiales.
Las pizarras digitales son un elemento fundamental para la integración en los colegios que albergan niños con problemas de visión. Acercan todo lo que se imparte en la tarima del docente con la pizarra al periférico que tiene cada alumno en su mesa, y no tiene que preocuparse si no lo ve bien porque puede adaptar tanto el tamaño de letra, el fondo de la pantalla o el contraste. Da muchas prestaciones como seguridad en la información por lo que resulta mucho más fácil para todos. Es lo mismo que la tableta digital que podéis apreciar en otra de las fotografías para que las tareas y trabajos puedan ser cómodamente realizadas por los alumnos y revisado por los docentes.
En definitiva, se acabó eso de ponerse en la primera fila para ver bien la pizarra aquellos que tenían problemas visuales y se acabó no entender bien la letra de la profesora. La tecnología ayuda mucho pero también la administración debe realizar el esfuerzo de invertir los euros que hagan falta para conseguir en los colegios “pizarras digitales para todos”.
