Este verano como habéis podido comprobar, me ha surgido la posibilidad de realizar actividades diversas en muchos ámbitos y la verdad que las he aprovechado y disfrutado. La última, muy apasionante: JUGAR AL GOLF…

Esta disciplina deportiva denostada por muchos al considerarla como una actividad de recreo más que de deporte, y además marcada por la clase social elitista que era la que hace años sólo se acercaba a ella; en mi caso se añadía considerar además al golf como una tarea eminentemente visual.
Y no es así… en el golf juegan muchos factores y sensaciones como en la vida, y como se puede apreciar en la televisión cuando retransmiten alguna competición, la concentración con el silencio de los jugadores es fundamental para el acierto además de la buena postura corporal para lograr así el golpe certero. No es sólo darle a la bolita y mirar a dónde sale, sino que hay controlar la fuerza, dirección y precisión de los toques.

En mi caso, no me resultó difícil al conjugar la técnica precisa y os aseguro que pude darle a la bola el 80 % de las veces y las fotos que adjunto dan fe de ello. Cuando iniciaba un golpe, le daba fuerte y alguna bola se fue a más de 100 m y para los golpes cortos en el green, caminaba antes de darle, de la bola al agujero y viceversa para así comprobar in situ la longitud que debía de cubrir con el golpe y así me hize a la idea de las distancias, siendo fantástica la experiencia.
Como veis, y os indico en todos estos artículos, las barreras nos las creamos nosotros y todo se puede adaptar y superar. Seguiré aprendiendo y os aseguro que se trata de un deporte muy sensorial con sensaciones muy diversas y diferentes.
Para terminar os contaré una anécdota: El tercer día del curso a mi lado tenía otras dos personas ya más experimentadas en el arte del palito, al concluir habiéndome yo ido le preguntaron a mi monitor:
- ese chaval, ¿lleva muchos días aprendiendo?
El monitor les respondió:
- sólo dos días, ¿cómo lo veis?
Ellos respondieron:
- la verdad que se le da muy bien y parece que lleva muchos más días practicando…
Mi monitor les añadió:
- pero…, ¿no sabéis lo mejor?, ¡¡ES CIEGO¡¡
A lo que ellos sorprendidos le increparon:
– ¡¡ANDA YA¡¡, no nos vaciles…