Por Invidente pero Visible, Sígueme en Twitter
En estos momentos de crisis, es necesario recurrir a la creatividad y el ingenio para tomar medidas e iniciativas originales que redunden en la mejora y bienestar de las personas de esta sociedad. Si además, en estas novedades aparte de conseguir una mejora ostensible de las personas a las que va dirigido, encima se pueden valer del colectivo de la discapacidad, mostrará una vez más la gran valía de todos los miembros y grupos que conforman esta sociedad civil para que siga avanzando.

Hace unos días, se presentaba el proyecto ‘Discovering Hands’, una iniciativa liderada por el ginecólogo alemán Frank Hoffmann que capacita a mujeres con discapacidad visual para la detección precoz del cáncer de mama.
Y sí…, habéis leído bien… mujeres ciegas que han estimulado y potenciado mucho más el tacto que el resto del colectivo de mujeres, se han prestado a esta experiencia para detectar este tipo de tumores.
El ginecólogo alemán explicó cómo surgió la idea, hace cinco o seis años, de que fueran mujeres ciegas las que pudieran desempeñar esta tarea dada su especial sensibilidad a la hora de poder detectar un pequeño bulto imperceptible para cualquier otra persona.
El proyecto incluye un sistema normalizado de orientación para los examinadores de mama –sólo mujeres- basado en tiras braille. Se compone de cinco tiras adhesivas colocadas alrededor del pecho, escritas en braille y con coordenadas de color que permiten determinar cualquier anormalidad o bulto.
Según dijo, un estudio realizado por Essen University’s Women’s confirmó que en 450 casos estas evaluaciones intermedias (MTEs) lograron detectar más tumores que los médicos y de menor tamaño.
En su explicación sobre el proyecto, Hoffmann recalcó que estas y otras iniciativas revelan que “todo el mundo puede contribuir al bien social”. “No hay nadie que no puede hacer nada”. “La discapacidad no es realmente discapacidad, es capacidad para hacer otras cosas”.
En la actualidad un total de 20 mujeres han sido formadas en este programa y un total de 18 hospitales ya ofrecen esta prueba en sus consultas ginecológicas. En los próximos cinco años, según sus previsiones, 70 mujeres con discapacidad visual habrán recibido esta formación.
“Nuestro objetivo es establecer un programa de formación que pueda llegar a 300 ó 400 mujeres”. En octubre, la iniciativa se trasladará a Austria.
Se demuestra una vez más, que la discapacidad puede aportar valores positivos tanto para la propia persona como para la sociedad, como se ha visto en este ejemplo. Reivindicamos en muchas ocasiones desde estas líneas que nos vean a los discapacitados como personas con capacidades diferentes y que podemos colaborar y dar un valor cualitativo a nuestra sociedad pues todo el mundo puede contribuir en algo en cualquier momento.