Por @CiegoVisible, sígueme en Twitter
Ha surgido hace muy poco, una nueva técnica que acerca cualquier tipo de imagen como la fotografía o la pintura a las personas ciegas. Por medio de relieves, se ha conseguido por primera vez algo impensable como es la posibilidad de que una persona ciega aprecie la belleza de una imagen. ¡¡ALUCINANTE!!

Todo comenzó con Juan Torre, fotógrafo deficiente visual que al conocer cómo se trabajaba en las texturas para otros ámbitos, pensó si podía aplicarse al mundo de las imágenes para las personas ciegas. De ahí que indagara posibilidades y en 2010 aplicó esta técnica en plan rudimentario a una serie de fotografías suyas para acercarlas al mundo de las personas con problemas visuales.
La técnica fundamentalmente se basa en realizar una copia de la imagen en alta resolución para posteriormente sobre ella, aplicar diferentes texturas y conseguir así matizar y ensalzar con relieves las diferentes figuras que aparecen en la imagen. Con la base de materiales de aluminio y tintas se consigue un plástico endurecido que es duradero y agradable para tocar.
Estudios Durero recogió el guante de Juan Torre y se está dedicando a aplicar esta técnica en varios cuadros. Cinco se encuentran en el museo de Bellas Artes de Bilbao y un sexto es el que se encuentra en el museo tiflológico de la ONCE en Madrid. Éste último, se trata de una de las obras de José Rivera, El Españoleto con el cuadro: “San Sebastián curado por las santas mujeres”.
A través de esta técnica, una persona ciega puede llegar a entender conceptos artísticos completamente visuales como son un primer plano, perspectivas, etc. Conceptos como cerca y lejos al posicionarlos en diferentes alturas hacen que al tacto pueda apreciarse la cercanía o lejanía visual.
Con esta iniciativa, se consigue sobre todo que la persona ciega pueda sentir y experimentar sensaciones al tocar la pintura pues la información técnica y descriptiva de cualquier obra hasta ahora se realizaba con cualquier apoyo de una persona vidente, o con las audioguías que resolvían esta carencia pero nunca podrían trasmitir a una persona ciega las sensaciones que tiene uno particularmente. Con este sistema también se apoya la parte táctil con una ayuda sonora para así con las dos medidas la percepción del cuadro sea completa.
Aunque este logro no ha hecho nada más que empezar, abre un montón de posibilidades y como siempre aunque al principio es un poco costoso, si se sigue aplicando y apostando por ello se podrá conseguir lo que parecía inalcanzable: “ver un cuadro con las manos”.