La semana pasada una noticia conmocionó al planeta, un brasileño de 16 años murió en su casa tras masturbarse 42 veces seguidas. El cuerpo del joven fue encontrado en su habitación con quemaduras de tercer grado en las palmas de las manos y en su ordenador se encontraron cerca de un millón de vídeos eróticos y unas seiscientas mil fotos de mujeres desnudas o con poca ropa según informó la policía de la ciudad brasileña de Goias. Esta noticia ha llegado a las redes sociales en las cuales se le están haciendo múltiples homenajes.

Ya tiene una web en su honor llamada 42pajas.com, una página en la que tratan de mostrar el lado más amable y desenfadado de la información. Al chico le bautizan como Jero Pah e insinúan que tenía apodos como Mano loca o el lechero. Acaban pidiendo que la gente participe a través de los comentarios entre los que queríamos destacar “es mí ídolo ya sé cuando parar” y “la pregunta es ¿quién contó las pajas?”.
Esta página también tiene su extensión en Facebook: Joven muere después de hacerse 42 pajas. Desde dónde lanzan noticias inventadas como “nos informan fuentes cercanas a la familia de Jero Pah que el banco mundial de semen está trabajando en su cuarto para recabar toda las donaciones que habría dejado” o “cuando lo encontraron pensaron que era un santo por los estigmas en sus manos, pero luego se enteraron de las 42 pajas”. También tienen el hashtag en twitter #42pajas que ha sido trending topic en Argentina y en Brasil en los últimos días. Incluso tiene dos perfiles como 42pajas y 42pajas1.
Sin duda que su madre debería haber hecho caso a este grupo en Facebook que aboga por atar a tu hijo a la cama para que no se ‘toque’. Y más cuando se tiene un hijo que mide el tiempo en pajas y que no era la primera vez que se hacía heridas en su miembro tras tantas masturbaciones. Eso sí, le debe quedar claro que más vale un polvo al año que mil pajas en el baño.