Facebook anda revolucionado. Pero no por las nuevas aplicaciones de los desarrolladores. Tampoco por la posibilidad de existir dinero de la marca. Y mucho menos por la existencia de un volcán islandés. La terrible noticia –tras un paréntesis anterior- se confirmó el pasado miércoles: YA NO PODRÍAMOS HACERNOS FAN DE NADA.

La cosa ha sido así. De un día para otro –sin aviso previo- las miles de páginas de Facebook dejaron de tener la opción Hazte Fan (que tanto bien ha hecho por la comunidad) a tener la de Me Gusta. Y no, no es lo mismo. Se acabarían las conversaciones de bares con tus amigos que empezaban “pues hoy me he hecho fan de…” o tal vez “Te has hecho fan de…”.
Y como todo en esta red social, los usuarios no tardaron en empezar a tomar posturas claras. La cosa está clarísima: EL ME GUSTA NO GUSTA UN PELO. Y aquí tenemos algunos ejemplos: ‘Prefiero “hazte fan” a “me gusta”‘, ‘A mí también me gustaba ser fans‘ , son algunos de los ejemplos normales.
Pero también han aparecido algunos clásicos de Facebook para dar su punto de vista irónico a esta nueva realidad que tendremos que afrontar los usuarios. Es el caso de ‘Por una opción al lado del “me gusta” que diga: “se me enamora el alma“ o ‘Orcos que señalan “Me gusta” y dicen “Antes todo esto era hacerse fan”‘.
¿Qué será lo siguiente? ¿Volveremos a hacernos fan? El golpe ha sido duro y los usuarios de Facebook han sabido resistir como valientes. Pero… ¿gusta el me gusta?