Por @socialniuscom, sígueme en Twitter
¿Os acordáis de aquellos emails en cadena donde se pedía dinero para poder salvar la vida a un niño enfermo? ¿o aquellos en los que te pedía dinero porque aseguraban tener “secuestrada” tu cuenta de correo electrónico? Aunque pasen años estas estafas siguen activas y cada cierto tiempo no es extraño encontrarnos con una de ellas en nuestro ordenador. Sin embargo, los estafadores han conseguido modificar sus técnicas y el email ha quedado para ellos obsoleto. ¿Por qué utilizar un mail cuando las redes sociales están en pleno auge? Por ello Facebook y sus Me Gusta se han convertido en la plataforma perfecta para seguir con una práctica que consigue al año millones de euros estafando a los usuarios.
Un clásico. Así podríamos definir esos mails que entraban en nuestra bandeja de entrada pidiendo donaciones para salvar la vida de un niño enfermo. Apelaban al corazón de los usuarios para poder luchar por la vida de ese pequeño y en realidad detrás de todo ello no había más que una trama en la que lo único que conseguían era engañar a los usuarios.
Con el paso del tiempo, los estafadores han ido perfeccionando sus técnicas y a la vez que se inventaban nuevas estafas, cada una mucho más creíble que la anterior, también se las ingeniaban para llegar a un mayor número de usuarios desde nuevas plataformas, donde los usuarios pasan mayor parte de su tiempo de ocio. Y una de estas plataformas es Facebook. Como han definido muchos Facebook es un mundo de más de 1.000 millones de personas, donde cada uno muestra sus opiniones, comparte sus estados o sus fotos. Al tener este gran número de usuarios Facebook se ha convertido en el lugar ideal para poder seguir con estas estafas. Es más, la rapidez con la que un contenido se vuelve viral en esta red social hace que este tipo de estafas se extiendan como la pólvora.
De ahí que con más asiduidad veamos nuestro muro lleno de mensajes que piden ayuda para luchar por una buena causa. Lo peor de todo es que las historias son, en un primer momento, parecen reales, historias cercanas que apelan a la sensibilidad de los usuarios y a su generosidad para seguir ganando dinero. Tan solo con darle a Me Gusta estamos entrando en la estafa, un simple clic que puede hacer que incluso nos quedemos sin nuestra cuenta de Facebook.
Y también, lo peor de todo, es que debido a la gran cantidad de estafas que podemos encontrar en Facebook nos hacen desconfiar de las historias que son reales verdaderamente, que sí buscan la ayuda del resto de los usuarios y que luchan por una buena causa. Sin embargo, dada las alertas que desde empresas de seguridad e incluso por parte de los propios usuarios nos llegan hacen que los usuarios estén cada vez más alerta y no se fíen de la primera historia que vean en su muro pidiendo ayuda.
Lo más importante para acabar con este tipo de estafas es denunciarlo al equipo de la red social y sobre todo fijarse en la calidad de la publicación, es decir, la redacción de los contenidos, las imágenes… suelen ser de baja calidad, un detalle que nos hará desconfiar. Incluso también es necesario tener en cuenta los enlaces de acceso a esos contenidos, comprobar que nos redirigen a un sitio protegido y, si no es así, evitar dar datos personales o bancarios que puedan comprometer nuestra privacidad y nuestra cuenta bancaria.
Lo negativo de todo esto es que en cuanto se cierra una estafa se abren 100 por lo que es complicado acabar con ellas al 100 por cien. Solo nos queda fiarnos de nuestra intuición y de detectar bien todos esos indicios que nos muestran que estamos delante de una estafa. Además también es necesario que toda publicación o enlace sospechoso sea denunciado ante el equipo de Facebook para que sean ellos quienes también se encarguen de acabar esas páginas o cuentas con fines maliciosos.