Por @Socialniuscom, sígueme en Twitter
Mark Zuckerberg está tirando la casa por la ventana. El fundador de Facebook ha adquirido en los últimos años una serie de start-ups y empresas, algunas de ellas muy populares entre los usuarios. Su última adquisición ha sido Oculus Vr, responsable de las famosas gafas de realidad aumentada Oculus Rift. Ante tal avalancha de compras, algo propio por otra parte de grandes compañías con alto nivel adquisitivo, tan solo nos queda preguntarnos qué es lo que hará Facebook con cada una de ellas.
Que Facebook es una de las redes sociales más potentes actualmente es algo que todos sabemos. Y no lo decimos nosotros, si no sus números: más de 1.000 millones de usuarios a lo largo de todo el mundo. Hay quienes pronostican que la red social de Mark Zuckerberg comenzará a caer en picado dentro de pocos años, ¿es por eso que la compañía se está “guardando las espaldas” adquiriendo otras empresas? Puede que sí o puede que simplemente se trate de una estrategia que durante muchos años han seguido otros gigantes. No hablamos de otra cosa que adquirir pequeñas start-ups e incluso compañías medianamente grandes que están teniendo éxito. De esta manera, la empresa que compra se hace con un equipo de trabajo, patentes y, sobre todo, productos de éxito que puede manejar para mejorar su propio producto o servicio.
Esta estrategia, dentro del mundo tecnológico, es habitual entre las grandes como decíamos, tales como Apple, Microsoft, Samsung e incluso Google, entre otras. Y es la estrategia que de unos años atrás a esta parte está siguiendo Facebook. Uno de los “bombazos” se produjo en 2012, Facebook compraba la red social de fotografía Instagram. En cierta manera, un paso algo lógico dado que una de las funciones más utilizadas en la red social de Zuckerberg es la subida de fotografías para después compartirlas con el resto de amigos de Facebook. Teniendo en cuenta el crecimiento exponencial de Instagram durante los últimos años, convirtiéndose en todo un fenómeno de masas a lo largo de todo el mundo, Facebook no dudó en hacerse con ella en cuanto tuvo la oportunidad. Y en cierta manera también seguía ofreciendo así una fuerte competencia a Twitter, una de las redes que en cuanto a popularidad pisa los talones a Facebook, dado que esta introdujo en su momento la posibilidad de añadir filtros a las fotografías adjuntas a los tweets y también la posibilidad de subir vídeos tras la adquisición de Vine.
En cuanto a fotografía Instagram no ha sido la única. En 2010, Facebook adquirió la start-up Divyshot y posteriormente, tras Instagram, el equipo de Zuckerberg se hizo con Lightbox. Evaluando las posibilidades que la red social ofrecía a los usuarios, Facebook también se ha interesado por start-ups que desarrollan sistemas de reconocimiento facial, insistiendo de nuevo en las fotografías, como es el caso de la pequeña compañía israelí Face.com; por compañías dedicadas a sistemas de localización como Gowalla; start-ups sobre desarrollo móvil como Octazen o Rel8tion; e incluso compañías centradas en viajes.
Otra de las aplicaciones por la que Facebook apostó en su momento, y lo sigue haciendo, son los sistemas de mensajería instantánea. Facebook cuenta con su propia app Messenger, un chat que en sus inicios comenzó como una herramienta más dentro de la red social pero que posteriormente ha derivado en una aplicación móvil con la que los usuarios pueden incluso hablar con otras personas que no tengan Facebook. Sin embargo, en este terreno, Zuckerberg y su equipo tenían que luchar con otras grandes aplicaciones como el caso de WhatsApp e incluso Line, entre otras. Pero hemos dicho bien, “tenía que luchar”, ya que la compañía decidió hace relativamente pocos meses hacerse con el gigante de la mensajería instantánea WhatsApp por nada menos que 19.000 millones de dólares.
Aún con la sorpresa de esta última gran adquisición, esta semana el propio Zuckerberg anunció la compra de Oculus VR, compañía responsable de las ya famosas, aunque no a la venta, gafas de realidad virtual Oculus Rift. Sin duda ha sido un golpe sorpresa por parte de Zuckerberg y compañía ya que si bien el resto de empresas adquiridas con anterioridad podía deducirse a grandes rasgos cómo podrían ser aplicadas a la propia red social, con la realidad virtual Facebook nos ha dejado cuanto menos descolocados. Por parte de Oculus, sus Oculus Rift todavía están en desarrollo aunque la expectación generada ha hecho que sea un objeto de deseo entre los usuarios. Además gigantes de los videojuegos, como es el caso de Sony, también se han atrevido con sus propias gafas de realidad virtual.
Sin embargo en cuanto a estas dos últimas adquisiciones todavía nos encontramos algo escépticos al respecto. ¿Qué trama Facebook al adquirir WhatsApp y Oculus VR? Esperemos que dentro de poco sea el propio Zuckerberg quien desvele el misterio.