Por Javier Aguado, ‘Master en Protocolo y Ceremonial’
Esta vez me permito ofreceros, desde mi experiencia, unas cuantas claves para cuando acudamos a una entrevista de oferta de empleo
Ante todo, hemos de ser nosotros mismos, naturales. No intentar aparentar. Los departamentos de recursos humanos de las empresas han mejorado y mucho en este aspecto. Me acuerdo que, antaño, las entrevistas las realizaban las secretarias de los directivos o el Jefe de Personal que, a la sazón, solo entendía de cómo hacer nóminas y que los trabajadores dieran la menos lata posible. Además, la mayoría de los candidatos venían ‘enchufados’ y él, finalmente, solo tenía que dar el visto bueno, redactar el contrato, decirle la mesa que iba a ocupar y, como un esfuerzo supletorio, presentaba a los que iban a ser tus compañeros. En algunos casos, ahí es cuando empezaba el calvario….
Hoy día, como os decía, esto ha cambiado. Hay gabinetes de imagen personal que se dedican a preparar a los candidatos: cómo respirar, cómo hablar, cómo vestirse, cómo presentarse, cómo saludar, cómo sentarse y un largo etc.
Os parecerá una chorrada pero, mal que nos pese, la primera imagen que demos es un punto a nuestro favor para ir quemando las diferentes etapas que tiene un proceso de selección. Incluso, cómo atendemos la llamada telefónica en la que nos citan para una entrevista. Por cierto, procurar que si os ofrecen una fecha y os viene mal rechazar la cita. Aplazar el compromiso que tenéis salvo que sea de máxima importancia (a saber, cita con el médico u otra entrevista, que también puede ocurrir).
Por resumir, os diría que cuando seáis convocados para una oferta de empleo considerar el siguiente protocolo que os propongo:
- Confirmar lugar, hora y día.
- Confirmar la persona a la que os tenéis que presentar.
- Ser puntuales. Fundamental.
- Intentar ir solos. Vuestros padres, novias, parejas, suegras, colegas etc, pueden esperar en la cafetería, de abajo.
- El móvil, apagado. Ni en silencio, ni en vibración.
- Llevaros una copia del historial profesional y, si fuese necesario, cartas de recomendación.
- No tomaros confianza, a pesar de que os empiecen tratando de ‘tú’.
- No alardear de lo que habéis hecho en otros trabajos.
- Si os piden que contéis vuestras expectativas no empezar diciendo: ‘quiero ganar más dinero que en la otra empresa’.
- Si os hacen la entrevista ante una mesa, las manos siempre encima nunca escondidas.
- Para vosotras: no es necesario que implementéis vuestra imagen con un exceso de maquillaje o un traje chaqueta especial. Creo que no es necesario. Lo mismo, para vosotros.
- Mirar siempre a la cara del entrevistador. Procurar no bajar la cabeza, nunca.
- Por último, investigar -un poquito- el historial de la empresa a la que os presentéis. Que no os pase como a un amigo mío que se presentó, hace muchos años, para un puesto de auxiliar administrativo en I B M. Después de superar todos los filtros, le preguntaron qué significaban las siglas I B M…. (International Business Machine). Imaginaros la cara de póker que se le quedó. Por esta tontería, no le seleccionaron.