Caperucita Roja. Por Ignacio Estrada
Insoportable nueva versión de un cuento de toda la vida que intenta aprovechar el tirón de la saga Crepúsculo para acercarlo a las nuevas generaciones. Catherine Hardwicke (Crepúsculo) mueve la cámara en un escenario más onírico que real.

Tras un prólogo donde la cámara viaja volando hasta una pequeña Caperucita Roja apunto de sacrificar un conejito, el espectador puede pensar que está ante una película un tanto terrorífica, pero no, minutos después se convierte en un culebrón venezolano, donde el único misterio es quién es el lobo. Digo culebrón venezolano, pues según avanza la acción el espectador descubrirá cosa del tipo: este es hijo de aquel cuando realmente es hijo de aquel otro.
Catherine Hardwicke quien comenzó en el mundo de cine con películas interesantes como Thirteen o Los amos de Dogtown, se dedica a llenar los encuadres de color rojo y a realizar innumerables e innecesarios planos aereos dentro de una aldea que es estéticamente preciosa, pero para nada creible, y es que las casas de madera son prefabricadas todas igual ninguna tiene diferentes tipos de troncos o colores.
Los actores jóvenes son una sucesión de caras guapas que apenas tienen talento, salvo la protagonista Amanda Seyfried (Mamma mia!), que tratan de calmar las hormonas de las juventudes que acudan a verla. Los actores más veteranos tampoco son dignos de mención. Gary Oldman (El quinto elemento), quien nos recuerda a un predicador de una cadena local, está en su peor papel. Billy Burke (Crepúsculo) intenta hacer lo que puede y se queda en el intento, y lo único salvable es una Julie Christie (Doctor Zhivago) quien interpreta a una abuela muy sospechosa.

En resumen, es una película que intenta contar un cuento clásico a una nueva generación de adolescentes que parece que están más sedientos de caras guapas e historias chorras. Es más recomendable leer el cuento original e imaginarse cómo hubiera sido contar la misma historia sin intentar agradar a un público.
Puntuación: 1/10
Estreno en España: 15 de abril de 2011